Otra noche de terror
Los últimos hechos me han terminado de convencer que ya estoy muy vieja, no solamente por lo que me ha tocado vivir en cuerpo, sino también por la memoria de mi padre y mi madre. Me queda en la memoria los relatos que mi viejo me hacía de su vida como pongo de una hacienda en Tupiza, la prohibición de hablar quechua porque era un idioma que sólo te llevaba al atraso, su alegría en el 52… me queda también los relatos de mi madre en la masacre de la noche de San Juan en Catavi y Siglo XX, por eso ahora al escuchar los aviones militares me hizo apagar la luz y poner colchones en las ventanas…