Un olor a descomposición se extiende por toda la zona, el verde y azul que tiñen las aguas, son los colores de la agonía de la laguna. A primera vista se divisa un lodo verduzco que ingresa hasta Alalay por algunas vertientes que provienen de las zonas aledañas, si se mira con más atención, al fondo, se nota el color negro tóxico.
Los miles de peces muertos, que intentan ser recogidos por personas que realizan la limpieza del lugar, son la evidencia irrefutable del crecimiento urbano, la contaminación consecuente a éste, la falta de acción coordinada, eficaz y continua de las diferentes autoridades de estado, y la inconsciencia de la población sobre el cómo y dónde se vierten los residuos y basura que generamos.
En los últimos cinco años, se ha declarado TRAGEDIA AMBIENTAL en la laguna en otras ocasiones. Cabe recordar que ya el 2011 se habló de un desastre ambiental en el lugar, por la llegada masiva de aguas residuales, esto provocó la gran reproducción de algas (macrófitas) que impedían la oxigenación adecuada del agua y la fotosíntesis.
DATOS: La laguna Alalay, originalmente llamada T´ago Laguna, de agua dulce, está ubicada al sudeste de la ciudad de Cochabamba, entre las serranías de San Pedro, San Pablo, San Miguel, Cerro Verde y Huayra K´asa. Tiene una superficie total de 325 hectáreas (espejo de agua – 230 Has). Es de carácter “semi artificial”, ya que se rellenó de agua la original T´ago Laguna, en la década de los 30 del siglo pasado. Se constituye en el hábitat de varias especies de flora, y fauna (desde arácnidos, mamíferos pequeños, hasta peces nativos e introducidos).
El crecimiento urbano asfixia a la laguna
Existen varias causas que han llevado a esta situación: la gran presencia de materia orgánica producto de los residuos que llegan hasta la laguna, la basura, las aguas contaminadas que llegan desde el Río Rocha, y las que llegan de las zonas inmediatamente circundantes. El crecimiento de la marcha urbana ha sido uno de los factores de fondo que provoca la situación actual de la laguna, (así como la contaminación de todas las vertientes de agua en Cochabamba). En efecto, el crecimiento de las zonas urbanizadas, sin planificación, y, por tanto, sin sistemas de alcantarillado adecuados, ocasionaron, por lo menos desde 1950, el deterioro de todo el ecosistema que se desarrolló en la laguna.
Parte del mismo fenómeno es la cesión de comodatos. Así el establecimiento de centros deportivos alrededor de la laguna, como el complejo Wistermann, el Centro Deportivo Municipal, Aurora, Campo de Golf, Asociación de Sofbol y Béisbol Picho Aguilar, la Fundación Enrique Happ y la Liga Deportiva Gualberto Villarroel, han dejado poco espacio para la reproducción de aves, fauna y flora.
El loteamiento de los años 80 y la aparición de industrias (por lo menos 50 fábricas), generaron más fases de contaminación. Los químicos usados para lavar los productos de fábricas de jeans, -formol, ácido sulfúrico y solventes-, han sido otro de los ocasionantes del gran daño a la laguna. El 2013 se anunció la presencia de mercurio y plomo tanto en Alalay como en el río Rocha.
No solo eso, un incendio de magnitud, al parecer nada fortuito, de los pajonales alrededor de la laguna, en septiembre 2015, había generado un estado de emergencia, ya que murieron aves y se perdió una parte de la flora. Se suma a otros incendios que ya se habían producido en el lugar.
Las acciones que se han intentado tomar, o que se ha dicho iban a tomarse, han sido diversas, pero ninguna, al parecer, ha dado resultado esperado. El 2006, se realizó el Foro de Medio Ambiente “Recuperemos nuestra laguna Alalay”, donde se analizaron los problemas centrales para la laguna, y se sugirieron en varias mesas, acciones legales y de hecho para salvar la laguna. Luego, grupos ciudadanos nacionales e internacionales, e instancias supra institucionales como el Comité de Recuperación, Mejoramiento y Preservación de la Laguna Alalay (CREMPLA) desde el 2007 han alertado sobre la situación y han elaborado planes para salvar la laguna. El 2012 se dotaron de tres oxigenadores para el agua, dos estáticos y uno móvil, sin embargo, se baraja la posibilidad de que estos no habrían funcionado adecuadamente, además de que no se han tomado las medidas necesarias, ya que, según Jhon Zambrana, delegado del Foro Cochabambino de Medio Ambiente (Focomade), la alcaldía cochabambina fue advertida desde diciembre de 2015, de la baja de oxígeno en Alalay.
Mientras autoridades del gobierno central, gobernación y alcaldía se acusan mutuamente sobre la situación de la laguna, o se responsabiliza al CREMPLA, Alalay vive su larga agonía.
Las acciones periódicas que se dan cuando existe una situación como ésta, con muerte masiva de peces, no se han demostrado suficientes. Las soluciones a largo plazo pasan también por que la población pueda dimensionar las consecuencias de la contaminación que creamos, la basura que se echa en los alrededores, tomando acciones concretas. Por supuesto, también se hallan los factores que se presentan como los más difíciles, como el imparable crecimiento de lo urbano, que ha cercado y asfixiado paulatinamente a la laguna.