La firma del acuerdo entre una de las dirigencias de la CIDOB, máxima organización de los pueblos indígenas de tierras bajas en Bolivia, y la CAO, organización del empresariado y del agronegocio, ha provocado el rechazo de organizaciones indígenas que se oponen a poner en riesgo los territorios indígenas con este tipo de acuerdos que no han sido consultados con las bases, señalan.
El día lunes 18 de mayo de 2020, la Confederación Indígena del Oriente Boliviano, CIDOB, a la cabeza de Gregorio Quetti, firmó un acuerdo con la Cámara Agropecuaria del Oriente, CAO, precisamente en momentos en que hay un fuerte cuestionamiento a las organizaciones ligadas al agronegocio, que están promoviendo la evaluación y aprobación de eventos transgénicos para las semillas de soya, trigo, maíz, algodón y caña.
El gobierno transitorio de Añez, a través del nuevo Decreto Supremo 4238, aprobó el 16 de mayo, la ampliación del plazo para la evaluación de dichos eventos transgénicos a 40 días. Posteriormente, la CAO y la CIDOB presentaron un acuerdo de cuatro pilares fundamentales: unidad, prosperidad, seguridad alimentaria y transferencia tecnológica. En dicho acuerdo, convocaron a la construcción de alianzas de sectores productivos para combatir la pobreza y para “dar oportunidad a los jóvenes”, sobre la base de dar un “salto en la producción de alimentos” (aunque no especifican cómo), así como la introducción de tecnología y el compartir de saberes que respetaría las “visiones ancestrales” de los pueblos indígenas en temas de producción. Sumado a esto, mencionaron la búsqueda de mecanismos diferentes a la quema para habilitar sitios de producción.
En la conferencia de hoy, Quetti puntualizaba:
[…] Nos hemos puesto de acuerdo de unir fuerzas entre ambos sectores para buscar el desarrollo y ser la fuerza de la producción en el país y garantizar la seguridad alimentaria en nuestro país, que estamos viviendo los momentos tan difícil y vemos que el país va a entrar a una dificultad económica y para eso nosotros hemos decidido prepararnos y buscar el desarrollo de producir dentro de los territorios indígenas, respetando la propia autonomía de los pueblos, y los saberes y conocimientos en la producción de nuestro pueblo, y hemos decidido con la CAO y la CIDOB de elaborar esa agenda[…] estamos en nuestro derecho de buscar nuestro desarrollo.
A su vez el representante de la CAO, en compañía del representante de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo, ANAPO, habló sobre la posibilidad de una coexistencia de la agroindustria y de los sistemas de producción campesina:
Para la CAO es una gran satisfacción asistir a invitación de la CIDOB a sus instalaciones para proceder a la firma de un acuerdo para trabajar por el desarrollo de las comunidades de nuestros originarios y que entre todos pongamos fin al atraso y de una vez por todas realicemos acciones que lleven a mejorar su nivel de vida. […] Vamos a tratar temas importantes, todos los temas que justamente nos preocupan institucionalmente y pensando en el desarrollo y poner fin a la pobreza y al subdesarrollo, entonces justamente eso a partir de ahora se inicia una nueva etapa, es algo yo creo histórico, nosotros como productores agropecuarios y aquí con los hermanos indígenas estamos justamente tratando temas importantes que yo creo ante todo tenemos que pensar en la complementariedad que existe y que pueda existir, y la coexistencia de todos los sistemas de producción que justamente tienen los hermanos indígenas y los campesinos y agropecuarios entonces es posible coexistir, es posible desarrollarnos, hay que utilizar herramientas tecnológicas que están a nuestro alcance para así producir más y mejor.
La agenda conjunta recalcó Quetti, se trabajaría con organizaciones indígenas afiliadas a la CIDOB, para garantizar y mejorar la producción dentro el territorio indígena. Esta dirigencia fue lo que quedó de la CIDOB que estaba a la cabeza de Pedro Vare, afín al MAS; luego de los sucesos de octubre y noviembre de 2019, Vare dejó la dirigiencia y la CIDOB a la cabeza de Quetti.
Casi de inmediato la CIDOB Orgánica, la representación indígena que estaba antepuesta a la otra dirigencia cercana al MAS, emitió una resolución donde desconoce el acuerdo de la otra CIDOB con la CAO:
Que, la CIDOB del Ex gobierno del MAS a la cabeza de Pedro Vare y que hoy está a la cabeza de Gregorio Alexander Quetty Medina, ha suscrito una alianza de cultivo de semilla transgénico con la CAO, con el objetivo de destruir los bosques de los territorios indigenas ancestrales, sin consultar a las bases. […]
Nos declaramos defensores y en estado de alerta, y declaramos NULO la firma de convenio CIDOB del Ex Gobierno del MAS – CAO; CIDOB Orgánica, siempre protegerá el derecho a la vida, la salud humana y las semillas de origen y recursos naturales (suelos y aire sin tóxicos ni agroquímicos).
A su vez, CIDOB Orgánica, exige al régimen actual que en su calidad de transitorio se aboque a hacer frente a la pandemia y no a implementar políticas “económicas y partidarias”. El pronunciamiento rechaza también la introducción de semillas transgénicas a través del decreto 4232, y exige la abrogación de leyes ecocidas aprobadas estos útlimos años, que han derivado en la quema indiscriminada de bosques para habilitar tierras de producción.
De la misma manera, organizaciones indígenas regionales como la Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia, CIRABO, ha emitido por su parte un pronunciamiento público rechazando de manera contundente el mencionado acuerdo, por poner en riesgo y de manera inconsulta, a los territorios indígenas:
Mañosamente el empresariado Cruceño aprovecha el Contexto de cuarentena para buscar aliados que le permitan consolidar medidas productivas que responden únicamente a sus intereses como sectores empresariales de tierras bajas […] Por ello DESCONOCEMOS ROTUNDAMENTE, el convenio firmado entre la CIDOB y la CAO y exigimos respeto a nuestras Organizaciones Regionales ante decisiones que comprometen la consolidación de nuestro Territorio”
La Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni, CPEMB, y el Gran Concejo Tsimán, han emitido por su parte un Voto Resolutivo donde expresan su rechazo y exigen la anulación del convenio:
Segundo: Así mismo, RECHAZAMOS el comunicado de CIDOB, que cita a las resoluciones 005/2018 y 09/2018, argumentando la canalización de recursos por parte del sector privado para el supuesto desarrollo de nuestros pueblos, sin tomar en cuenta las implicancias sociales, ambientales y culturales que existen detrás del modelo económico depredador que defienden la CAO y otras instituciones, con intereses completamente antagónicos a la visión que como pueblos indígenas defendemos.
La CAO, a través del convenio con un sector de la CIDOB, busca legitimizar su postura de apertura y pedido de aprobación de transgénicos y su forma agroextractivista ligada a monocultivos, acudiendo a un discurso colonial que se ha repetido todos estos años por parte de estado y organizaciones del agronegocio: el supuesto “atraso” de las comunidades indígenas y la promesa de “desarrollo”. La CIDOB quedó fragmentada en todos estos últimos 9 años luego de fuertes intromisiones partidarias, y aún no ha realizado la Gran Asamblea Nacional de Pueblos Indígenas, GANPI, instancia donde debería elegirse a una nueva dirigencia indígena legítima.
La última palabra la tendrán las organizaciones regionales y comunitarias de base, una gran mayoría de éstas ya ha rechazado de manera contundente la evaluación y posible aprobación de eventos transgénicos en el país.