En el transcurso de estos días, diferentes organizaciones agroecologistas y de pequeñxs productorxs campesinxs han emitido pronunciamientos frente al peligro inminente de aprobación, por parte del gobierno, de nuevos eventos de semilla transgénica como la HB4. En tiempos de pandemia la población depende de la pequeña producción de alimentos, no del agronegocio.
La Plataforma Agroecológica del Trópico, Subtrópico y Chaco, la Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB), y el Comité Ecológico Departamental de Chuquisaca, aglutinan a productores, centros académicos, asociaciones, colectivos de consumidores, y trabajan varios años produciendo con semillas nativas y defendiéndolas, así como en la promoción del consumo de alimentos saludables y ecológicos. Todas estas organizaciones han emitido pronunciamientos donde rechazan la intención gubernamental de evaluar y autorizar el denominado “evento transgénico soya HB4”, así como la intención de dar paso a semillas transgénicas de otros productos como el maíz y el algodón.
En plena crisis provocada por la pandemia de COVID-19, y en continuidad con las políticas ya implementadas en el gobierno del MAS, el régimen transitorio de Añez ha tomado la decisión de evaluar la aprobación de nuevos eventos de semillas transgénicas, luego de una reunión con La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO). Aquella ocasión, los representantes de la ANAPO habían expresado:
Hemos tenido una reunión con el ministro Arturo Murillo para hacerle llegar nuestro pedido clamoroso, que se nos apruebe el uso de la biotecnología en los cultivos de soja, maíz, trigo y algodón; ya que los pequeños productores venimos pasando por una situación muy difícil, debido a las pérdidas que tenemos por sequía”, expresó uno de los agricultores durante la reunión.
Para el investigadora de Fundación Tierra, Martha Mamani, los momentos de crisis e incluso pánico generados por diversas crisis económicas o como la que vivimos actualmente, han sido aprovechadas siempre por el agronegocio para presentarse como un modelo que garantizaría la seguridad alimentaria en el país, exigiendo la aprobación de nuevas semillas transgénicas y recursos económicos para salvarlos de la afectaciones económicas, ahora causadas por la pandemia.
La pandemia nos muestra que dependemos de la pequeña producción campesina diversa
Diferentes redes, formas y estrategias de producción y comercialización a escalas micro y medianas han resurgido con fuerza en medio de la crisis que atravesamos. Productorxs llevan con esfuerzo y aún bajo el peligro de contagio, todos sus productos a diferentes zonas de varias ciudades. Las miles de familias en cuarentena en el país, consumimos verduras, frutas y productos que provienen de las diferentes comunidades campesinas que, en asociaciones o no, y enfrentando el problema causado por intermediarixs, llegan a mercados, ferias improvisadas en calles, camiones repartidores para ofrecer su producción diversificada.
La Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia, AOPEB, firmante de uno de los pronunciamientos contra las semillas transgénicas, tiene 28 años de trabajo por producir de manera sana. En esta cuarentena ofrece servicios de entrega de bolsas de productos agroecológicos, las que son llevadas de manera directa a los hogares que hagan su pedido, al igual que las ferias que instalaron las Agrobolsas Surtidas, labor fundamental que evidencia que el sostenimiento de la población en esta crisis son lxs productorxs pequeños, que no reciben ayuda ni incentivos estatales, y que por el contrario ven peligrar su labor debido a las intenciones de aprobación de semillas transgénicas.
Seguridad alimentaria, abrogación del decreto 3874 y salud para todxs
Los pronunciamientos de todas las organizaciones señalan el riesgo para la seguridad alimentaria que implica que se otorgue autorización a nuevos eventos de semilla transgénica: se impulsan monocultivos que no consume la mayoría de la población, al tiempo que se introduce el uso de agrotóxicos, incrementando el ya elevado uso que existe de éstos en departamentos como Santa Cruz. De hecho la eventual aprobación del evento transgénico HB4 es considerada por investigadores como Miguel Crespo, de PROBIOMA, como un potencial desastre ecológico para tierras y agua, porque utiliza una mayor cantidad de agrotóxicos.
Provocará un aumento exponencial del uso de agrotóxicos. Hay evidencias científicas que el uso de agrotóxicos afectan negativamente al medioambiente (suelo, agua y aire), la salud humana y la biodiversidad (Comité Ecológico Departamental de Chuquisaca)
No solo eso, se pone en riesgo la salud de toda la población: el paquete de leyes agrarias ya aprobadas en el gobierno del Movimiento Al Socialismo, y que son aplicadas y profundizadas por el nuevo gobierno, implican no solo aprobación de transgénicos, sino la mercantilización y destrucción de ecosistemas como el de la Chiquitanía, através de arrasadores mega incendios como los de 2019. De otro lado, como las semillas transgénicas ponen en riesgo la pequeña producción campesina e indígena diversificada, también se expone al peligro a las personas que comemos lo que llevan a las ciudades grandes e intermedias los productores de las comunidades.
Las exigencias de los agricultores ecológicos y pequeños productorxs, incluyen la abrogación del decreto 3874, aprobado el 17 de abril de 2019, que autoriza al denominado “Comité Nacional de Bioseguridad” establecer procedimientos abreviados para para la evaluación de la Soya evento HB4 y Soya evento Intacta, para la producción de biodiesel. Comité que ha sido ratificado en su función aprobatoria de eventos transgénicos por el gobierno de Añez.[6]
Concluyen lxs productores agroecológicos:
No podemos seguir fortaleciendo un modelo productivo sustentado por el agronegocio, daña severamente el ambiente e incide gravemente en el aumento del calentamiento global, buscando el lucro y la ganancia que siempre ha sido beneficiada por los gobiernos de turno, mientras en contraposición la agricultura ecológica que abastece de alimentos sanos, cuenta con una experiencia milenaria en la relación con la naturaleza, y por eso tiene capaciad de mitigar los efectos sobre el cambio climático, nunca ha sido atendida en sus necesidades más primarias. (AOPEB)
Foto de portada: de las redes