“Aborteras” es el nombre que se atribuyó a las mujeres que practican, acompañan y apoyan a mujeres que todos los días deciden interrumpir un embarazo no deseado, no posible. La marca indeleble de esta forma de ejercer política de las mujeres es además de histórico un proceso complejo y diverso.
En un contexto como el boliviano donde las mujeres seguimos en el ojo de la tormenta, en medio de crisis y golpes, de extrema polarización, de imposición fundamentalista y fascista, de pandemia y encierro, de extensión y profundización de la política militarista, policial, partidista y de control, de invisibilización y normativización de las violencias todas (incluida la penalización del aborto), de instauración de megarelatos, todo dentro la decadencia insostenible del orden colonial-patriarcal-capitalista que nos pretende arrastrar a todxs con él, como una especie de constante perversa, sentimos la necesidad de volver a nosotras y re-situarnos. Nombrar las históricas y cotidianas luchas por la vida, escuchando lo subterráneo y autónomo, debatir rompiendo agendas de arriba con sus hegemonías discursivas y visibilizando los mil matices de lecturas que inundan esta dura y compleja realidad que habitamos y nos habita.
Por eso, y por las ganas, entrevistamos y conversamos con las compañeras de la “Línea de información por un aborto libre y autónomo”, quienes desde la información y el acompañamiento a mujeres que abortan, nos comparten sus sentires, experiencias, lecturas y reflexiones sobre diferentes ámbitos de lo político y de lxs cuerpxs políticxs.
Acá se las compartimos en extenso acompañando, además, cada sección con un resumen sonoro.
Para abrir el mate… la presentación:
ChaskiKlandestinA (CK): ¿Cómo nacer?
LA ACCIÓN DIRECTA y el hacer comunidad
MAR: Estamos en esta permanente creación del espacio desde el 2012. Ha sido justamente al calor de los debates, entre mujeres, entre agrupaciones feministas, de diferentes ámbitos, con diferentes enfoques, donde nos hemos ido conociendo poco a poco. En ese momento se debatía las modificaciones al código civil (que finalmente ha terminado aceptando la postura pro vida, que fue declarar que desde la concepción el estado boliviano protege la vida de cada ciudadano-ciudadana. Antes de eso el código civil decía que a partir del nacimiento recién el estado lxs acogía bajo su tutela). En fin, era en el marco de ese debate que nos fuimos autoconvocando varias mujeres, compañeras.
Ahí creo que surgió como una primera tendencia muy clara a esto, que en realidad tenemos muy poco que dialogar o negociar con el estado frente a este tipo de reformas, y que debíamos empezar a generar acción directa, reflexión colectiva sobre los temas que atañen las decisiones de cada mujer sobre su vida y su cuerpo. Y ahí empezamos a ver experiencias en otros territorios, una compañera nos pasó como un dato: miren en otros lados están haciendo esto, y empezamos a motivarnos, por esa misma inspiración, por compartir mismas inquietudes.
Ha sido todo un aprendizaje en este camino, porque lo primero creo, y lo van a retroalimentar las compañeras, que hemos aprendido en el camino es hacer comunidad, y hacer comunidad con otras mujeres que no conocemos. Nuestro primer gran reto fue la información, entender, procesar, acopiar, redactar, ordenar, crear, estructurar un guion que le llamamos el “Manual para el aborto libre en Bolivia”, que lo seguimos teniendo como nuestro primer gran eje discursivo, de acción, de reflexión, de debate. Y luego de meternos de lleno en esto, de entender realmente de que estamos hablando, de sentirnos seguras de la información que estamos brindando, hemos empezado el otro trabajo que es dar información directa a través de una línea. Y bueno seguimos como en ese crecer continuo, que más bien con el tiempo no se ha agotado, ni se ha hecho repetitivo y más bien nos reinventamos, nos reencontramos, seguimos conspirando con distintas mujeres, desde las mujeres que necesitan la información, hasta mujeres que tienen otra información que no la teníamos y que puede ser útil. Creando afinidades, complicidades.
NINA: Yo creo que uno de los procesos que hemos pasado entre empezar a redactar el manual y animarnos a hacer una línea de información, y hacer más directo el acompañamiento y la acción, fue el proceso de empezar a, realmente, creer en este conocimiento colectivo feminista entre mujeres que se puede construir y donde no necesitamos ser personal médico, expertas o estudiadas, para poder acompañar a una mujer en un proceso que al final es tan milenario y tan natural como un parto o como otros procesos que pasan con nuestros cuerpos.
Me acuerdo que en algún momento nos visitaron las compañeras de Chile y hablamos de este tema de Jane, de estas mujeres en los años 70 en Estados Unidos que se organizaron para hacer abortos, e incluso hacer abortos quirúrguicos, y creo que fue para varias de nosotras un momento súper lindo, de realmente decir: “Pucha si las mujeres realmente se animaran a hacer esto, si se animaran a intervenir sobre los cuerpos de las otras mujeres físicamente, y tener suficiente autoconfianza colectiva para hacer esto…Pucha, lo podemos hacer, claro que los podemos hacer, porque somos mujeres y no hay nada que no podamos hacer en este nivel”. Además, muchas de nosotras hemos pasado también por abortos o habíamos acompañado también abortos antes, como creo que la mayoría de las mujeres en Bolivia, en algún momento si no han abortado ellas, han acompañado a una amiga, una hermana, una prima. Entonces es como valorar este conocimiento propio, donde incluso ahora después de varios años, como podemos confirmar, que hay cosas que sabemos mejor que las instancias médicas especializadas, podemos asesorar mejor a varias mujeres que las médicas, y creo que eso es bien político también. Esta afirmación del conocimiento construido desde la práctica, desde la acción y desde la afirmación de ponerte al lado de las mujeres y decir “ya, lo haremos juntas, y aunque a pesar que tu caso o tu condición, o este caso específico no lo hemos visto antes, entonces ya, nos metemos y lo hacemos, y vamos juntas en este camino”. Y eso tiene que ver mucho con esa construcción en comunidad, crear la confianza entre nosotras.
Y también creo la afirmación consecuente de que este es un colectivo autónomo, no somos parte de una estructura institucional, no somos capacitadas por las ONGs, no somos parte de un proyecto, o cosas así, porque creemos que la acción directa no se organiza desde ahí. Había momentos que incluso había ofertas, que nos podían ayudar con dinero, nos podían financiar, nos podían dar un financiamiento para imprimir bonito los manuales… Y ahí, como siempre, la reflexión y la decisión ha dicho: “No. Lo podemos hacer nosotras. La autogestión va desde el cuerpo hasta estos tipos de organización. Y todo lo que hacemos y todo lo que organizamos entre nosotras, se puede organizar, desde esta forma”.
Y creo que ha sido bonito también ver que en diferentes momentos si ha habido mucha solidaridad y redes no institucionalizadas que nos ha ayudado con información, con una mano, con difundir. Que son construcciones de alianzas que no tiene que pasar por lo institucional, pero si pueden ser bien coherentes y bien solidas en el tiempo. Incluso con mujeres que quizás no son parte de todo el accionar del colectivo permanente, pero que en algunos momentos, como hemos vivido mucho en esta cuarentena, cuando las dificultades logísticas para acompañar, para ayudar a las mujeres son más complicadas, de repente aparece un montón de mujeres que dicen “Claro, te ayudo, yo te lo hago, yo te contacto, yo voy”, que es súper rico. Eso muestra que existe esta solidaridad, esta convicción política desde las mujeres que en los momentos más complicados se vuelven más concretas.
CK: ¿Cómo permanecer?
LA AUTONOMIA organizada
TANIA: Creo que ha sido bien progresivo, bien natural y bien orgánico, como se ha podido generar una estructura y una dinámica que es muy propia a nosotras de cómo trabajar. Al inicio, yo creo desde la reflexión y desde la recuperación de datos, de información básica, porque creemos en la posibilidad, la facilidad, y en la factibilidad de la realización de los abortos utilizando medicamentos, pero de forma autogestiva, de forma autónoma para las mujeres que lo realizan.
Pero también la autonomía la creemos y la practicamos y la hemos llegado a enraizar muy profundamente en nuestro accionar, inicialmente ante una necesidad y ante una posición política dentro de lo político.
En lo personal yo quiero mencionar, como una mujer que no es heterosexual que ha repensado las relaciones de poder que me han cruzado en la vida, he entendido que la autodeterminación del cuerpo de las mujeres siempre ha estado coartada por muchas cosas, y elegir este tema más allá de la necesidad que existe en una coyuntura, o en una sociedad, o en una normatividad que nos es adversa en el tema del aborto es también un grito y una necesidad política, para siempre reafirmar y siempre cuestionar desde dónde las mujeres podemos hablar y accionar, respecto de nuestras propias vidas y de nuestros propios destinos. Eso es lo que ha calado personalmente en mí en el inicio de hacer esta acción. Y en el tiempo creo que hemos podido razonar unas con otras en nuestras formas, aunque somos muy diferentes y venimos también de caminos diferentes, y en otras esferas de la vida paralelos, en algo si hemos hecho esta convergencia que nos ha permitido trabajar.
El no contar con recursos económicos que sean regulares, que sean como inyectados a esta acción también le ha dado otra característica que nos puede sonar limitante, y puede serlo si hablamos de los impactos o de los alcances micro y macros de los acompañamientos que hacemos.
De todas maneras, si hemos ido creciendo en el tiempo, porque si hablamos de fechas, la línea se ha inaugurado el año 2016, el manual se ha ch´allado el 2015 y hasta la fecha podemos decir que son nuestras herramientas, pero también hay una cosa más extensa a nivel de las conexiones que hemos hecho con personas. Si bien varias de nosotras estamos en la ciudad de La Paz, nuestro paraguas siempre ha sido la movida de la Aquelarre Subversiva, en ese espacio hemos podido generar y atizar las ideas al respecto de este tema, y encontrar eco en otras personas de otros territorios, en otras mujeres que intuitivamente y de una y otra forma, también han practicado el acompañamiento sin ni siquiera saber que existía y se llamaba así. Y que en el tiempo si hemos podido circular y articular una información o las herramientas que tenemos para poder llegar a las mujeres con información segura con todo lo que implica, y lo que se necesita, en muchos niveles.
Nos informamos hacia adentro entre nosotras y hacia afuera viendo que pasa también en la región, porque en el entorno, en el tiempo también las cosas van cambiando, y el conocimiento empírico, y el conocimiento tan valioso que viene desde la práctica misma de la acción directa, demuestra que tiene un efecto que se reproduce y multiplica para esas prácticas y micropolíticas.
Entonces actualmente nos dedicamos a poder informar, sobre todo, y tenemos ya muy claros los limites que tenemos para dar esta información. También nos dedicamos acompañar, que significa que las mujeres que acceden al medicamento y quieren que una persona les pueda dar algunas pautas, orientaciones o información adicional durante el momento de realizar su aborto tengan a esa persona, es decir a una acompañante, eso se hace yo diría a nivel nacional en la medida de las posibilidades. Ya luego se entrará al tema de la cuarentena donde se pueda matizar y ejemplificar como ha ido cambiando todo con la pandemia, con las reflexiones, con la crisis económica y con todo lo que ha implicado para las mujeres y el cuerpo de las mujeres los múltiples encierros y momentos críticos a los que hemos estado sometidas también este tiempo.
Yo diría que en este momento si nos manejamos como una red, diferentes territorios, siempre tratando de poder abarcar con la información hasta donde se pueda llegar, pero si reconociendo que nuestros alcances son esos, si crecemos en eso muy bien, si no crecemos de todas maneras el trabajo que hacemos hace la diferencia, para nosotras hace la diferencia, y para muchas mujeres hace la diferencia.
VICTORIA: Creo que también en el camino, desde el inicio que cada una ha tenido en esto que es la Cuerpa, hemos ido no solo dando información, sino también abortando.
Porque hacerlo desde una manera autónoma significa, hacerlo todo de manera autónoma, entonces eso implica, incluso, informarte a que te sometes cuando das información, a todo este aparato que es el estado que siempre nos está jodiendo, y eso es algo que hemos ido trabajando en estos años y que nos ha ido también pues costando…y abortando. Y también hemos ido cruzando límites, en el sentido de qué es acción directa y qué es el amor entre mujeres. Este cruce de límites que tienes, es también algo que siempre es firme, y es que entre mujeres tiene que ser recíproco, y que si damos información y acompañamiento no lo hacemos por asistencialismo sino por acción política y por un amor recíproco.
LUISA: Y el tema de la confianza política, el que podamos ser parte de la línea, que sea un proceso además de esta confianza política que la estamos construyendo desde hace ya varios años de conocernos, charlarnos, reflexionar juntas, me parece bien importante porque las cosas no se hacen de manera inmediata, precipitada, si no se le pone cabeza se le pone espíritu, se le pone corazón y pareciera que esa es la única forma en que las cosas resultan.
HILDA: Quiero hablar desde mi re corta experiencia de articulación con la línea, pero con el impacto que ha significado el acercamiento. Esta idea de quitar las dependencias de nuestra vida en relación a la institucionalidad, a la concentración de lo que es el saber y el poder, yo creo que se hace real en el tema del acompañamiento de la apuesta por mirar un poco más allá de tu propia nariz.
Como en todo este tiempo, es nomas posible, sigue siendo, evidenciar esta necesidad de resistencia y lucha de las mujeres frente a como el patriarcado se ensaña con nuestras cuerpas. Y bueno a veces parece cliche hablar de violencia, pero es bien jodido en lo concreto. Esta lógica del sistema neoliberal de creer, o bueno, lo que pretende hacernos creer, de que estamos en un mundo donde tenemos capacidad de decisión, que podemos decidir ser libres, ser esto o ser el otro, o ser lo que nos planteemos o decimos, realmente es una mamada. Porque es tan jodido confrontarte con la realidad de que quieres abortar y no puedes hacerlo por ejemplo, o que te violen y te embaraces… y sigues reconociendo como tu cuerpo de mujer sigue siendo el deposito de ese ensañamiento patriarcal. Y a mí a ratos en esos momentos por ejemplo, de escuchar, vuelvo a pensar en esto de, ¿porque sigue siendo tan importante, resistir en esta lucha?, y porque a veces cuando se cuestiona esta postura, o esta lógica de análisis de los feminismos se las tilda de obsoletas, de poco capaces de abrirse a las diferencias, a reconocer otras luchas por ejemplo, y digo: “es que es cierto, nuestro cuerpo es el lugar donde se concentra todo lo que sucede ahí afuera, todas las formas de opresión están aquí” y yo creo que con eso también nos vuelve a confrontar esto de pensar en el aborto como una opción autónoma, como una opción libre, segura.
Para mí personalmente ha empezado como una forma de decir ¿de qué forma yo puedo ayudar a esto que estas compas le están haciendo frente?.
Manual Por Nuestras Vidas. Ed. 2015 by Chaski Klandestinx on Scribd
(Manual “Por La Vida de las mujeres”)
CK: ¿Y la legalización?
ABORTAR AL ESTADO una constante
TANIA: Un poco para entrelazar lo que se decía antes de donde está la fuerza, de porque la elección de remarcar en la práctica y en la acción directa un aborto autónomo y centrar la energía en eso, está en dejar de lado, la parte del cruce de ideas o de con quien interlocutas sobre el tema (a nivel más de decisión de poder, de políticas pública, o a nivel más macro, que involucra al estado para que este responda demandas o necesidades sociales grandes que tenemos todas las personas en diferentes áreas).
Específicamente en el tema del aborto, he creído siempre que era un sin sentido, ir a tocar la puerta del estado, para hacer ese trabajo desgastante y poco fructífero, cuando se puede ver que a muchos niveles el estado no responde a las problemáticas sociales, a las problemáticas micro. El estado no encarna el día a día de la gente, a pesar de que esa fuera su función, a pesar que desde ahí tienen los recursos, tienen el poder, tienen muchas facilidades para hacerlas, hay muchos otros motivos muy estructurales y profundos por las que no lo hace. Y desde ahí yo no apunto a lograr que eso cambie, no creo en ese cambio, no creo en ese cambio en mi tiempo de vida.
Para quien lo quiera, lo respeto, que quiera interlocutar con el estado y que quiera buscar la legalidad del procedimiento del aborto para hacerlo universal, legal, gratuito, como dice la campaña por la legalización, que además, dicho sea de paso, creo que no es poco importante decir, que ha venido con fuerza el ultimo tempo. Cuando vino esa ola verde, por la legalización del aborto que es una bandera que ha enarbolado fuertemente el feminismo, muchos feminismos, muy globalizadora también, nosotras ya estábamos en la movida, hacía rato, pienso, o a mí me parecía ya hacia rato, me parecía como que era una novedad que viene también porque en otros territorios existe otra tradición de lucha, que es así, que se organiza en esos niveles, como más inclusiva por decirlo así, y como presentando una plancha y presentando una idea hacia un estado. Esa idea que es popular y creo que dentro de muchos de los grupos, o de lo que se quiera llamar de lo que es el feminismo en nuestros territorios, igual han ido más o menos enarbolando y tomando posición al respecto. Sin embargo antes, durante y luego siguen las mujeres necesitando abortar en el día a día, siguen las mujeres necesitado saber cuáles son las formas, y siguen las mujeres necesitando tratar de no poner su vida en riesgo en ese proceso y tampoco que les desangren económicamente o que las maltraten de diferentes maneras en la clandestinidad que permite la usura y permite el lucro por parte de ciertas personas que dicen ser conocedoras, ciertas personas que simplemente se dedican al mercado negro de la venta de medicamentos que te pueden poner en ese riesgo.
Y es cierto que no se puede cubrir toda esa demanda, o acompañar todos esos casos porque no lo lograríamos ni aunque nos los propusiéramos, pero si se puede sembrar semilla y se puede difuminar las ideas principales y estoy segura que el nivel de información y el nivel de acceso a esta información es ahora mayor que hace 5 años, y que las generaciones nuevas sobre todo pueden ir viendo que no están sin opciones, que sí tienen lugares donde puedan acudir a ver diferentes puntos de vista de cómo abordar una interrupción en el caso de que lo necesite.
LUISA: Para mí es como una revelación…la posibilidad de aterrizaje del discurso que tenemos, de acción concreta sobre todo en este tiempo de incertidumbre, donde se nos ha arrebatado, osea, no tenemos control absolutamente de nada de lo que puede llegar a ocurrir en el planeta, en el país y demás…la posibilidad de hacer algo, desde lo micro, algo concreto, la acción directa, sobre lo que si se tiene control, sobre lo que si podemos transformar, ese principio de coherencia, a mí me parece bien importante. Y por eso la línea, a mí me ha traído mucha lucidez en cuento algunas prácticas, me ha hecho mirar otras también, sobre todo este tema de la coherencia que me parece bien importante en este contexto político.
HILDA: Algo que ha hecho del movimiento feminista como una resistencia real, es que ese cuestionamiento de otros movimientos liderizados, hechos o protegidos por muchos hombres, que generalmente están constantemente cuestionando a los feminismos, porque no tiene respuesta para todo, no tiene respuestas para el global de la humanidad, para el planeta, para el mundo. Yo creo aquí también hay una forma concreta de decir que eso es una gran mamada, porque al final lo otro, lo que ellos propone como respuesta, o lo que han estado proponiendo como respuesta es un fracaso, es una mega fracaso, entonces esta necesidad de volver a lo pequeño, a lo concreto a lo que parece real finalmente, es una muestra de que no existe esta cosa, de que es un pretensión de lo universal, de lo enorme, de lo grande, son sus pajeríos de concentración de poder y en eso se queda, porque si no no estaríamos en esta situación que estamos.
CK: ¿Cómo desobedecer?
ABORTAR y ACOMPAÑAR en cuarentena
MAR: Todo este ciclo que nos ha tocado vivir ahora ha sido como un curso intensivo. Si ya nosotras teníamos una definición sobre la biopolitica ejercida por el estado sobre los cuerpos de las mujeres, con la pandemia hemos sacado más lecciones sobre este tema. Hasta qué punto puede el estado apropiarse de los cuerpos de las mujeres y ponerlas en condiciones mucho más vulnerables en contextos de crisis, en este caso sanitaria, pero podría ser una guerra, podría ser una crisis económica.
Entonces nos vuelve a subrayar que si de porsi ya estamos en una condición de desventaja frente al estado patriarcal, a un estado abiertamente confesional en el sentido de tomar la religión como ley y a partir de eso gobernar, ya con la pandemia y la crisis sanitaria nos ha tocado ver esta fase más fascista del estado. De que todo tenga un grado mayor de complicación, de que las mujeres se contacten, de que logren por sus medios buscar acceso a medicamentos, de que logren acceder a la información, de que logren acompañamiento a distancia o presencial, etc. todo implica un reto mayor. Pero también creo que una de las cosas más fuertes, más impactantes, es que a pesar de todo eso las mujeres que deciden abortar, las mujeres que están frente a un embarazo no deseado, consiguen las formas y los medios para hacerlo, en la mayoría de los casos y de las veces, y supone para ellas, si ya para nosotras lo es, una experiencia que potencia mucho más su capacidad de autonomía y decisión sobre sus vidas ¿no?. Y ahí si puedo decir que hasta donde podemos, hasta donde nos llega la retroalimentación de muchas mujeres, hasta donde llegamos a conocer muchos procesos en las diferentes etapas en el que las mujeres nos buscan, hay un aprendizaje muy potente en cada mujer. Hay compañeras que llaman por que no tienen Facebook, otras tienen Facebook pero no conocen un correo electrónico, o le suena muy raro abrirse una cuenta para escribir a un riseup, y todo lo que para nosotras es formas de seguridad, son como pequeños filtros de seguridad, para muchas mujeres supone un aprendizaje que les está llevando a logra un objetivo, a ejercer su decisión sobre sus cuerpos y sus vidas.
Y diría que en este momento de la cuarentena esa convicción es mucho mayor, es mucho más potente, muy fuerte, realmente, las experiencias, los casos, las voces de las compañeras tienen un valor mucho mayor. Imagínense que ni esta situación de alta restricción del estado en cada momento de nuestras vidas ha podido evitar que las mujeres decidan y puedan llevar acabo su decisión sobre sus vidas y sus cuerpos.
VICTORIA: En la experiencia de todo este tiempo, ubicar que realmente las mujeres abortamos todos los días, y que muchas veces la línea ha sonado en año nuevo, octubre-noviembre cuando había tantas movilizaciones, habiendo trincheras en las calles, había mujeres que estaban buscando información en la noche…y en la cuarentena… ha sido súper intenso, las mujeres que estaban buscando información. Y además descubrir, bueno, ya lo sabíamos, pero sentirlo con más fuerza que estos espacios al que todos llamaban seguros, que es la casa, muchas veces no lo es, y que muchas de estas mujeres a las que acompañamos, o sea este acto de abortar en casa con las amigas, puede ser con nosotras que en ese momento somos las amigas a la distancia, porque muchas de estas mujeres abortan y somos nosotras las únicas que sabemos que están abortando y que les estamos acompañando y eso lo he sentido hartísimo en la cuarentena. Pero además saber que esta acción que hacemos se reafirmaba en estos momentos de estrés donde también teníamos luchas internas, no sabíamos que estaba pasando en la cuarentena, estábamos atravesadas por lo económico y tantos factores individuales, pero que reafirmamos nuestro accionar y que hemos estado ahí dando, con las limitaciones y con la responsabilidad hasta donde podíamos llegar con el acompañamiento y la información.
TANIA: Se ha evidenciado y se ha agudizado muchísimo en la pandemia, en el tiempo de la cuarentena, que estos círculos clandestinos de lucro, donde las mujeres tenían que acudir a realizarse abortos inseguros, han dejado de operar con tanta impunidad y libertad, o por otro lado, incluso quienes teniendo acceso a recursos económicos ya no podían hacerlo (en centros médicos) por la restricción de movilización, y porque toda la atención social se ha volcado hacia otra parte de la salud y no tenían las mismas opciones. Eso si tú lo sumas al encierro, a como se ha podido exacerbar el tema de violencias en general, ha sido tan crudo, por lo menos por parte nuestra, de saber que el tema de las violaciones son muchísimo más comunes y frecuentes en tiempo de pandemia de las que nos hemos enterado antes, ha sido algo que nos ha sorprendido mucho y nos ha movilizado.
Y no sé si ha sido una cosa de suerte o algo, la pandemia a nosotras si nos ha pescado un poco preparadas, tal vez coincidencialmente, porque ya teníamos ciertos mecanismos y porque ya podíamos informar a las mujeres con cosas sumamente puntuales y efectivas. Pero de todas maneras ha sido abrumador el número de casos en los que igual veíamos nuestras limitaciones….en lugares o en situaciones donde ya no podríamos hacer más por una mujer que requiriera de nuestra información o nuestro acompañamiento, o por los temas crudos como son la violación, como son la amenaza de denuncia por parte de su propia pareja, el control de los padres sobre las mujeres jóvenes que todavía viven en casa de ellos y que no pueden hacer lo que ellas mejor crean con sus cuerpas, simplemente no está ahí esta libertad, y eso es difícil de asumir. Pero es también importante de decir, que ha salido así en la cuarentena y que reafirma varias cosas, pero sobre todo, en lo personal decir, que profundiza el compromiso y también la posición política desde donde se realiza esa acción directa.
VICTORIA: Pensaba también, como hemos ido retando todas estas normas que nos estaba poniendo la cuarentena, como por ejemplo salir el día que no era tu día, para dar información presencial a las compañeras. Ha sido súper intenso igual, como saber que compañeras que eran víctimas de violación que supuestamente hay todo esto que pueden ir a hacer su denuncia y con eso acceder a un aborto legal, todo es pues una mamada ¿nove? y estas compañeras al final recurrían a nosotras para la información, y que ha sido super fuerte igual que en la cuarentena han habido varios casos que han confiado en nosotras.
HILDA: Y sobre todo en este momento de la cuarentena, personalmente a mí se me ha intensificado la idea de poder confiar…que se han convertido en actos super revolucionarios, el confiar, superar los miedos que cada una carga o que sus familias cargan, frente a vivir una pandemia o superar la idea que vas a salir el dia “x” en cuarentena a compartir y ver a una persona que nunca has visto en tu vida, y eso en la práctica había sido algo que te devuelve el sentido, y eso es bien lindo.
CK: ¿Y la coyuntura?
LOS EMBATES POLITICOS, lo grande y chiquitito
TANIA: Lo que se me ocurre ahurita a nivel interno claro, es que no falta el hecho de poder conversar, de poder decir que tenemos la confianza, y explicitar nuestros sentires, nuestras coyunturas y problemas personales, para lograr siempre estar como en sintonía de los que nos está pasando, ha sido una práctica súper importante, y el poder disentir también. Que en el tiempo anterior, talvez no sabíamos lo útil que iba a ser en momento más complicados como han sido el años pasado y este año. Eso a nivel interno, porque claro que se ha trastocado muchísimo de nuestras vidas y de nuestras posibilidades, incluso de imaginar futuros más a mediano y a largo plazo, se han truncado varias cosas, a niveles personales como sabemos, y eso que seguimos siendo de las personas que accedemos a la información, que accedemos al privilegio de poder cuestionar las cosas y no simplemente estar sobrellevando el día a día, aunque también lo hagamos.
Y el hecho de que existan esas olas que vienen tanto de las lógicas estructurales de manejo de poder, como son claramente la clase política partidaria que se están rifando, y se siguen jaloneando a ver quién se queda con el poder en los próximos años aquí, en lo personal ha sido algo que me ha ratificado en el hecho en el de no querer meterme en esos mambos cuando se trate de gestionar mis cosas privadas, pero también la acción política que realizo. Lo que no significa que no tenga una opinión o algo que decir al respecto o que vaya a protestar al respecto de lo que me parece que no se está haciendo bien. Pero de diferente maneras y matizando claro las experiencias personales, creo que en las dos últimas crisis, si se puede hablar de crisis, como han sido las de octubre y noviembre y posteriormente con lo del COVID, creo que hemos podido hacerlo cada quien a su estilo, y cada quien desde donde habla, y desde donde le cruza y desde como eso la moviliza y como eso también la deja parada hacia el futuro hacia adelante, por eso yo creo que no ha perdido vigencia esta resistencia, esta pequeña lucha dentro de las tantas muchas luchas que se viven simultáneamente actualmente. Pero es indudable que es muy importante tener una posición crítica y una posición política que sustente todo, porque no es simplemente enarbolar una lucha por una convicción o por una fe, no es una fe, no es una teorización de algo que uno cree, sino realmente es poder encarnar en eso, en una lógica que a uno le hace sentido, pero también que le ve una vía practica de acción.
Creo que esta situación política y los nuevos embates que puedan venir de esa clase, o de todo ese grupo de gente que detenta el poder, y si no detenta lo busca con angurria, el poder económico, el poder político, el poder de controlar desde una ideología o desde una religión o desde una posición de mucho privilegio, una realidad social que a otros les cuesta lágrimas, hambre, sangre y muchas cosas más, muchas dificultades más, no va cambiar, yo no veo que cambie eso en el mediano plazo, eso no me quita la esperanza si no me hace dirigir la atención a otra cosa, a ¿qué es lo que vale la pena o no vale la pena? desde mi postura personalísima en este tiempo.
Me parece que una lucha antifascista es súper urgente en general, porque va más allá de lo político partidario, y si son movimientos más globales, y si son tendencias que marcan el curso de los destinos de muchas sociedades, no solo la nuestra. Estar atentas ahí sí me parece importantísimo, y articular si, y saber con quienes poder confiar también, y ampliar las redes también. Pero no metería más energía al tema político, al tema político partidario, porque no veo que en un bando o en otro, o en cualquiera de los que se formen existan garantías de solución de nada, no lo habido antes, menos lo habrá ahora, donde las pugnas son cada vez más bajas y metidas en intereses más nefastos, más sádicos, más perversos, más incompasivos todavía. Eso es lo que puedo decir, sinceramente sí creo que hay un matiz en estos temas en el que cada persona, yo creo que puede leer y puede situarse. Muy individualmente sobre la coyuntura política y de los embates que todavía no han terminado de pasar, aunque me parece sumamente importante poder compartirlos…
MAR: Igual como una reflexión, muchas veces conversada, pero no es una posición tomada, es más una reflexión mía, y retroalimentada seguro por las compañeras en alguna medida. Que los síntomas, y de hecho acciones concretas del estado que ya veníamos viendo en Bolivia, el estado autoritario, el estado total, el partido hegemónico, el partido estado ¿no?, ahora se devela en una faceta mucho más clara más, evidente en sus versiones fundamentalistas con la religión, sobre todo la evangélica, pero cristiana en general, y también muy fuerte en la relación del estado con el ejército y con la policía ¿no? con los órganos represivos.
Y justo esta coyuntura creyera yo, pareciera muy distinta a algunas opiniones sobre que las lecciones de esta pandemia serían las opciones de decrecimiento, de menor consumos, de mayor solidaridad etc., pareciera que en general la tendencia es en un contexto capitalista, vamos a recuperar el tiempo perdido, las vacaciones perdidas, el viaje perdido, el trabajo perdido, el dinero perdido, y que los pocos aprendizajes que saquemos sobre cómo gestionar una crisis con principios de solidaridad de autogestión, de autocuidado, van a ser excepcionales y de pronto ahí hay que poner la mirada y mucho más si son opciones de base, opciones anónimas, en la medida que han sido espacios que se han micro gestionado su autocuidado comunitario, bajo y por fuera de estas lógicas de consumo, y fuera de estas lógicas político partidarias, y fuera de estas lógicas de mercado. Yo ahí si soy mucho mas poco optimistas respecto a que de bueno va dejarnos esto, además que en Bolivia hemos tenido esta cooptación terrible por parte del estado, que ahora ya claramente deja ver bien, que mucho del tejido social organizado de base, y hablo del nivel sindical, hablo de estos niveles, igual ha quedado cooptado, destruido, corrompido sabiendo que nunca han sido ideales, seguramente muchos eran verticales, que se yo, pero que ahora es muy difícil, si antes era difícil ahora es mucho más difícil ver algunas opciones desde estas visiones de progresismo.
NINA: Yo siento que es un dilema que a veces tenemos. Por un lado no nos interesa ser parte ahurita de los espacios discursivos de bandos, de estar pronunciándonos sobre cada cosa que hacemos, y manifestando y protagonizando espacios, para demostrar que hacemos y que opinamos y que la banda tal y la banda tal, yo creo que como muchas hemos sentido ganas de callarnos, en muchos momentos como una opción, no porque no tenemos nada que decir, pero por no querer ser parte un cacho de la bulla, de la confusión, o no sé. E incluso nos han invitado a espacios como foros y demás, y en general no lo hacemos porque siempre sentimos que más que llegar a las mujeres a las que queremos llegar con una visión profunda, es como repetir consignas para cosas que ya están armadas en un cierto sentido, y para cumplir también con ciertos proyectos, y cosas…Es muy fácil ahora de ser instrumentalizado en cualquier cosa, y más con esta polarización partidaria asquerosa. Y por otro lado si, siempre decimos que si hay mucho que decir, y que no queremos callarnos tampoco, y hay tantas verdades y realidades que no son escuchadas, que nos son visibilizadas, como también compartir desde los testimonios, desde las vidas, desde las historias de las mujeres de lo que están viviendo, sin caer en lo panfletario, creo que ese es un desafío para nosotras también, yo personalmente lo siento muchas veces, pero creo que también como colectivo lo sentimos en algunos momentos. Queremos pronunciarnos pero tampoco queremos ser utilizadas o volver a repetir consignas en el feisbuk que ya todo el mundo está repitiendo fácilmente. Y eso incluso implica la moda, digamos que ha habido con la ola verde, las banderitas verdes, la legalización en Argentina, las millones de mujeres, etc., que son como procesos legítimos y propios pero que no nos interesa mucho sumar ahí, a ese tren.
VICTORIA: Yo igual siento en esta polarización, una amenaza muchas veces, porque incluso en espacio alternativos, entre comillas de “artistas” y todo, veo esta tendencia de polarización como un trabajo de hormiga que se estuviera haciendo, entonces siento que en este momento también como han dicho ya las otras compas, las confianzas pues, se las hace tejiendo, haciendo ¿no?, en este momento pues, juntar nuestras confianzas de las que hemos ido caminando todo este tiempo va ser nuestra carga para no caer… en todo lo que se viene y también estar atentas.
Estamos acá varias de las mujeres que acompañamos, la línea está en una nueva etapa, ha crecido, se ha extendido en territorio, en compas, en ideas. Cuando hacíamos la guía de cuarentena y decíamos “nunca más solas”, lo decíamos por las mujeres que abortan pero también por las que acompañamos, y que esta cuerpa va creciendo. Y que es un acto de valentía de las compas que deciden confiar en nosotras y abortar en sus casas, porque ellas también abortan el estado, abortan todas las barreras que no ponen y es rico darle el cuerpo a esa onda.
Si quieres o necesitas contactar y acercarte a las compas de la línea y su laburo las puedes ubicar en: