RUth Alípaz, representante de la Mancomunidad de Comunidades Indígenas de Los Ríos Beni, Quiquibey y Tuichi, el día 18 de abril de este año, presentó una denuncia en la plenaria del 17ºperiodo de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas (Unpfii), en Nueva York, por el “grave estado de amenaza” que enfrentan los pueblos indígenas, debido a los proyectos hidroeléctricos El Bala – Chepete y Rositas que el gobierno nacional lleva adelante. En su participación de Alípaz denunció que dichos proyectos, impulsados sin cumplir procedimientos como los de la Consulta Previa, ponen en riesgo a pueblos indígenas, entre ellos pueblos no contactados, a la biodiversidad y a las áreas protegidas.
La respuesta del estado fue elusiva, en lugar de responder a la acusación, se centró en desautorizar a la persona que la emitió, porque, como también era de esperarse, el gobierno en realidad no cuenta con ningún argumento real. Hilarión Mamani autoridad del CONAMAQ paralelo, de tendencia y lealtades pro gubernamentales, quien también estuvo presente en el Foro, así como las organizaciones que son parte de la oficialista CONALCAM, enviaron una carta a la ONU, para desacreditar a Ruth Alípaz,afirmando que ella es una “empresaria” que se hizo pasar por indígena. Tales aseveraciones se fundan en que Alípaz es directora de las Agencias de Turismo Sadiri Lodge y BirdBolivia.
Las declaraciones emitidas por Mamani en la entrevista que le realizó Boliviana Televisión (BTV), no solo desconocen a Alípaz como representante indígena, sino que la acusan de estar “aliada con la derecha” y trabajar con ONGs.ju
Resulta paradójico que Hilarión Mamani y los operadores de gobierno, afirmen que por ser “empresaria” Alípaz no es indígena, cuando el mismo Mamani ha sido parte de una empresa cooperativista minera. No solo eso, Mamani, quién fue parte del directorio del Fondo Indígena, fue acusado de haber recibido 600 mil bolivianos a su cuenta por parte de dicho fondo, en uno de los casos de corrupción más conocidos en el país, donde varios dirigentes indígenas como Melva Hurtado, (quién fue encarcelada por esto), recibieron miles de bolivianos en sus cuentas personales.
Más allá de lo que individual y personalmente pueda representar el señor Mamani, su accionar obedece a un hecho mucho más grave: la forma en que el gobierno, y sus aliados en cada organización sindical campesina y organizaciones indígenas paralelas, han sido cómplices directos de la DESTRUCCIÓN DE LOS MOVIMIENTOS INDÍGENAS, así como de sus logros históricos, avalando la expansión de la frontera extractivista hacia áreas protegidas y territorios indígenas.
El actuar de la autoridad de CONAMAQ paralelo, así como el accionar de la CONALCAM es parte de la forma política general ejecutada por el gobierno y sus dirigentes afines, que en estos últimos años ha dividido, cooptado o tomado por asalto organizaciones indígenas: Mamani junto a grupos de choque, tomaron violentamente la sede oficial de CONAMAQ el 14 de enero de 2014, siendo impuesto así, y de manera unilateral, como autoridad, desconociendo y borrando de un plumazo los principios comunitarios de rotación en la elección de autoridades, principio que había regido durante la vida orgánica de CONAMAQ y que fue roto con el impulso y el beneplácito del gobierno. Estos son los grupos que han desconocido de manera discriminatoria a la dirigente indígena uchupiamona Ruth Alípaz.
Los proyectos de turismo y empresas turísticas, como las que dirige Ruth Alípaz, fueron creadas por familias y comunidades que vieron en éstas una forma de no ingresar en la lógica depredadora de proyectos madereros que asolaban ese lugar de la amazonía, y de pensar en un turismo ecológico que también pudiese frenar la ola de tala indiscriminada en la región. Los emprendimientos turísticos tomaron forma de Asociación, no así de propiedad privada y el 2010, fueron sometidos a consulta y aprobados por la Gran Asamblea, que reúne a las comunidades indígenas de la zona.
Las falacias de “defensa de la Madre Tierra”, y “consulta previa libre e informada” en boca de representantes de gobierno, y sus adherentes de organizaciones para estatales, en eventos internacionales suenan ya a un gran insulto a la inteligencia y a descarada hipocresía. Pues agentes pro gobierno que se hacen pasar por dirigentes, impuestos con apoyo de la policía y el aparato estatal, acusan a una persona de no ser indígena por ser empresaria (léase directora de dos proyectos ecoturísticos en el Madidi), cuando ellos están aliados al gran agroempresariado y al agronegocio, a millonarias empresas transnacionales petroleras y mineras, y están promoviendo y avalando la invasión de la amazonía y otros territorios para que pasen de ser espacios gestionados comunitariamente, a ser lugares de explotación y depredación capitalista. Son estos “dirigentes” los que pretenden asumir la representación y voz de pueblos indígenas y campesinos, denigrando a la resistencia indígena al extractivismo, permitiendo que el poder del estado imponga, -a fuerza de divisionismo, “obsequios”, proyectos de “desarrollo”, persecución y represión-, megaproyectos destructivos que son la continuidad de los proyectos coloniales que significaron casi el exterminio de los pueblos indígenas.
En solidaridad con la representante de la Mancomunidad de Comunidades Indígenas de los Ríos Beni, Quiquibey y Tuichi, lxs afectadxs por la Hidroeléctrica Rositas en Santa Cruz,emiten un pronunciamiento de apoyo a la lucha de Alípaz, que difundimos a continuación: