El pasado 14 de marzo, en el marco del Día Mundial Contra las Megarepresas, representantes de la Mancomunidad de Comunidades Indígenas de los Ríos Beni, Quiquibey y Tuichi, denunciaron en la ciudad de La Paz, a través de diversos eventos y una conferencia de prensa, que el proyecto hidroeléctrico Chepete – El Bala avanza hacia su ejecución, con la pronta presentación del informe del estudio a diseño final que realiza la empresa GEODATA en la región, y que debía ser corregido por ésta, luego de observaciones que realizara la Empresa Nacional de Electricidad, (ENDE).
“Proyectos de desarrollo”: regalos envenenados
A fines del 2016 la Mancomunidad de Comunidades Indígenas de los Ríos Beni, Quiquibey y Tuichi, organizaron una vigilia y el bloqueo exitoso del río a la altura de El Bala, que logró la salida del lugar de la empresa SERVICONS, subcontratada de la empresa italiana GEODATA, esta última, a la sazón, contratada por el gobierno boliviano para la realización del estudio a diseño final del proyecto hidroeléctrico Chepete – El Bala.
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(“Todo lo que van a destruir no tiene precio”. Audiomemoria de la Vigilia indígena de 2016, realizado por ChaskiKlandestino, con material audiovisual propio, de la CODA y del periodista independiente Rafael Acuña)
Los dirigentes de la Mancomunidad, coinciden en señalar que luego de esta resistencia triunfante donde participaron integrantes de varias comunidades indígenas, el gobierno y la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), todo el 2017, desplegaron estrategias para dividir y cooptar a las comunidades en lucha.
Domingo Ocampo, de la comunidad Torewa, denunció en el foro debate realizado en la Universidad Mayor de San Andrés, UMSA, el 14 de marzo, que el ingreso de ENDE se hizo a través de obsequios como mochilas, y promesas de proyectos de desarrollo que los representantes de la empresa estatal se comprometieron a realizar en cada comunidad, y a cada organización con la que se reunieron, a cambio de que se permita el ingreso de los técnicos para que cumplan con los estudios.
Domingo Ocampo: El año pasado 2017 el gobierno hace su ingreso ya a las comunidades para tratar de desestabilizar un poco nuestro movimiento, estuvimos en esos amagues que ellos van, nosotros también vamos. O sea la Mancomunidad de Comunidades tampoco estuvo quieta, nosotros por nuestra parte fuimos a visitar a nuestras comunidades, pero el gobierno hizo más porque tiene más plata. Nosotros nos movemos en nuestros pequecitos, [“peque- peque”, embarcación], en lo que podemos, pero lo que hace el gobierno es prácticamente una megamentiras, porque va con sus Coca-Colas, muchos pollos llevando en termos a hacer cocinar a la gente, inclusive les pagan: “pero miren, cuanta gente son, por favor vengan acá firmen esta lista de cuantos están, porque bueno les estamos invitando nosotros”, ¿así no?
El acuerdo de julio de 2017 que firmaron ENDE y el Concejo Regional Tsimane Mosetenes – Pilón Lajas, dice que ENDE “se obliga a canalizar y hacer seguimiento, vía el Ministerio de Energía, a las solicitudes enviadas, a todos los Ministerios de acuerdo a sus competencias, para la satisfacción de necesidades en actividades, obras, proyectos, bienes o servicios”, a cambio, las 23 autoridades indígenas se comprometen a “garantizar que las actividades de ENDE se realicen al interior de la TCO Pilón Lajas, sin obstáculos”, es decir, señala más abajo, para la realización del “proceso de información, socialización, levantamiento de datos, y Realización de estudios que permitan el EDTP”.
Movimientos históricos que son fragmentados
La Mancomunidad de Comunidades Indígenas, existe desde el año 2000, conformada por las comunidades indígenas para exigir sus derechos y poder defenderse de proyectos de turismo que en esos momentos eran llevados inconsultamente por ONGs. Varios habitantes son parte de proyectos ecoturísticos que se verían seriamente afectados por el proyecto hidroeléctrico. Es decir, se trata de un movimiento de larga data, y que a su vez tiene una memoria anclada en la lucha de las comunidades indígenas de tierras bajas en la recordada Primera Marcha Indígena por Territorio y Dignidad, del año 1990, un hito histórico.
Desde 2012, se ha vivido la destrucción de las organizaciones indígenas matrices nacionales como son la Confederación Indígena Del Oriente Boliviano (CIDOB), en tierras bajas; y el Concejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo (CONAMAQ), de tierras altas; traducida en la toma física de sus oficinas por parte de la policía y gente afín al partido de gobierno. Más allá, los logros de la Primera Marcha Indígena están siendo desconocidos en la actualidad a través de resoluciones como la emitida por el INRA el 2010, que declara el Bosque de Tsimanes como área fiscal, siendo que la lucha indígena de tierras bajas había logrado los 90, que éste sea reconocido como territorio indígena.
A nivel nacional, y a nivel regional, somos testigos de la división, cooptación y destrucción del movimiento indígena y del irrespeto a las formas de gestión comunitarias de territorios pero también de conflictos al interior de las comunidades.
Es así que una organización regional como es la Mancomunidad, fue fragmentada, a partir del ingreso sistemático de personeros de ENDE para negociar con organizaciones más grandes a las cuales la Mancomunidad está afiliada. Alex Villca secretario de comunicación de la Mancomunidad, en entrevista, así como Roberto Condori de la comunidad San Antonio de Sani en su participación en el Foro, narraron la manera en que organizaciones indígenas departamentales y regionales como CPILAP y CRTM, fueron visitadas por personeros de ENDE y del gobierno, y terminaron firmando actas de entendimiento.
Alex Villca: entonces la lucha la resistencia de las comunidades con contundencia , convocando a que se sumen poblaciones intermedias como Rurrenabaque, San Buenaventura yo creo que eso les llamó la atención e hizo que ellos busquen estrategias de cómo lograr el objetivo, el objetivo de ellos es construir estas mega obras y entonces ellos saben que un diálogo que aglutine a todas las comunidades es más difícil lograr pero por ello han ido sistemáticamente incursionando a las comunidades, se reunieron con los presidentes de los pueblos indígenas y posteriormente el ingreso de manera individual a las comunidades que van a ser afectados con el objetivo ya de buscar el respaldo, es decir, para lograr este respaldo, actas listas, fotografías, videos de reuniones para decir mira acá tenemos estos acuerdo con las comunidades.
R.Condori: Yo tuve varias reuniones con ENDE, GEODATA, porque era corregidor de mi comunidad antes, y sé cómo han llegado ellos allá a cada comunidad, cómo se han infiltrado, han llegado poco a poco […] Porque justamente ellos venían a la comunidad ofertándonos que iba a haber ingreso de trabajo, pero y ellos no ven de que allá la gente no son estudiantes, no van a ingresar legalmente a estos trabajos donde se van a necesitar los trabajadores, quizás van a ser como decir unos jornaleros […] Las organizaciones que estamos afiliados a una organización llamada CRTM Chimán Mosetén, Tacanas, la verdad ya se ha firmado un convenio, pero no se ha firmado el convenio de hacer una represa, se ha firmado el convenio de hacer estudio, no ha habido ningún convenio de hacer el inicio de la represa.
2018: Un año aún más difícil pero de lucha
Los proyectos prometidos en muchas comunidades por el gobierno no se han cumplido, señala Domingo Ocampo. A pesar de que Condori recalca que el acuerdo con ENDE que firmaron varias comunidades, no dice que éstas permitirán la construcción del proyecto hidroeléctrico, por declaraciones recientes de autoridades, al parecer, todo señala que se considera un hecho el inicio de obras. Es por esto, dicen los voceros y representantes de la Mancomunidad, “se vienen tiempos difíciles especialmente para nosotros”, porque se sabe de la inminente entrega final del Estudio a Diseño Final que está corrigiendo GEODATA, además, de acuerdo a Rosario Barradas, vicepresidenta de la comunidad, también debería entregar el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental, los resultados de una “consulta pública” y los requisitos para hacer una licitación a nivel internacional, todo en miras de realizar la adjudicación del proyecto para su ejecución.
Si bien se señala que lo que corresponde en este caso no es una consulta pública sino una Consulta Previa al tratarse de comunidades indígenas, el gobierno ha confirmado que se está a la espera de la entrega del estudio final corregido, y persiste en señalar los beneficios económicos que traería el proyecto, a pesar de las diversas voces que explican detalladamente los gravísimos impactos sociales, económicos y ambientales que traerá la puesta en marcha del proyecto en dos parques nacionales (Madidi y Pilón Lajas), comunidades y territorios indígenas, y sus consecuencias para todxs.
A la vez que convoca a áreas urbanas a ser parte de la lucha en defensa de la amazonía y sus ríos, Rosario Barradas, integrante de la Mancomunidad concluye:
¿Es este tipo de desarrollo que nosotros queremos para nuestro país? devastar todo lo que va a ocasionar este megaproyecto para venderle [energía] al país vecino? a costa de qué, tenemos una enorme lucha que estamos haciendo desde los territorios, no es nada fácil con un gobierno que se ha dedicado a dividir a las organizaciones, a los pueblos indígenas […] pero estamos firmes y vamos a seguir en la resistencia por la defensa de nuestras vidas.