Cuando se golpea por varios frentes el oponente queda aturdido. Hurgando las heridas más profundas de la sociedad colonial boliviana, entre medio de la polémica surgida por la ley de la coca y la posibilidad de despenalizar el aborto, la asamblea legislativa lanzó, también a principios de este mes, la propuesta de “Ley de Protección y Desarrollo Integral del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure-Tipnis.
A estos hechos, dos semanas después, el presidente Evo Morales acotaba, frente a sus bases cocaleras:
“Lo que falta es (la carretera) hacia Cochabamba. Hubiera estado terminado, nunca hay que olvidar, estaba con plata, pero pequeños grupos se han opuesto, o sea, rechazaron. Ese camino a Villa Tunari ya hubiera estado terminado. Cómo algunos grupos nos perjudican, no importa. No perdemos la esperanza de retomar, mucho dependerá de ustedes, del pueblo beniano, de San Ignacio de Moxos para que sea centro integración” ( Red Erbol)
Luego se suma la Asamblea Legislativa Departamental de Cochabamba, que además de aprobar “una declaratoria que insta al cumplimiento de la ley 222 de consulta a los pueblos del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), con el objetivo de impulsar la construcción de la carretera a Beni.” (Los Tiempos), planifica una próxima incursión al territorio.
Y por si no fuera suficiente, el gobernador de Cochabamba, Ivan Canelas se pronunció de esta manera:
“Éste es un anhelo del pueblo cochabambino, no es la primera vez que se habla del tema de la carretera Cochabamba-Beni. Si ustedes revisan en las anteriores oportunidades, todos los años se aprobaron resoluciones camarales y congresales respaldando y apoyando la carretera que une al departamento de Cochabamba con el Beni, pero el problema es por dónde y cómo”
Parece pues que esta nueva arremetida, que en realidad es parte de una sistemática guerra de baja intensidad que nunca se detuvo, se relanza con fuerza. Las declaraciones mencionadas, no estan disociadas unas con otras, sino, por el contrario, responden a los ya conocidos mecanismos partidarios con los que funciona el actual mal gobierno.
El periódico de paga “Los Tiempos“, denunció este 3 de marzo:
“ En un recorrido que hizo (…) al tramo II de la carretera Villa Tunari- San Ignacio de Moxos, que se construían tres puentes en este espacio protegido por la ley 180 de Intangibilidad que prohíbe la ejecución de obras al interior del área.
Además, en la visita realizada durante la inauguración del tramo I de la vía, que va de Villa Tunari a Isinuta, se constató que los tres puentes están distribuidos en 24 kilómetros en el Tipnis dentro el Polígono 7. Este espacio alberga a 12 comunidades indígenas, 11 afiliadas al Consejo Indígena del Sur que apoya el trazo propuesto por el Gobierno.”
Frente a esto las comunidades, y la dirigencia del Tipnis, se han “declarado en estado de emergencia y movilización continua por el atropello permanente del gobierno”
Los intereses que están detrás de un pequeño tramo carretero son tan inmensos, que han sido capaces de perdurar este tiempo, y son capaces de esperar el tiempo que haga falta. Mientras tanto, la selva seguirá rugiendo en un permanente y latente hálito de DIGNA RESISTENCIA.
Queremos acompañar esta nota, con nuestra composición sonora “Que no sea envano”, que realizamos tras la VIII Marcha Indígena en Defensa del Tipnis el año 2011. Esta composición recoge la voz y argumentos de comunarixs de base y marchistas del TIPNIS, que ofrecían las razones del porque no quieren una carretera que atraviese su territorio, frente al grupo de ministros, que bajo a la marcha a San Borja, con intenciones de pactar y desmovilizar. Tras presenciar la propuesta estatal de un proyecto de una “carretera ecológica”, la palabra se torno en argumento y dignidad
Sin más, lxs convocamos a la escucha:
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Parte del disco y memoria sonora: “ESCUPA Y SIGA: Audios en Bruto y remix caprichosos”