El día de hoy, sábado 5 de marzo, se realizó una concentración en el puente distribuidor de la Ceja de El Alto, donde participaron personas que están en contra de la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (Cideten), el cual, confirma el gobierno, será edificado en el distrito 8 de la ciudad de El Alto.
La falta de información, o “secretismo” con los que autoridades manejaron el tema, –debidos al “miedo” a la reacción de la gente, como afirmaba el presidente Morales-, y la no consulta a la población sobre semejante proyecto, continúa siendo la característica de la implementación de éste último.
Desinformación gubernamental e imposición
Hasta el 2014, se tenían datos dipersos sobre el proyecto nuclear, que habían sido publicados por diferentes medios de comunicación. Básicamente declaraciones de personeros de gobierno.
Posteriormente, se hizo público que en una primera fase, este programa incluía la radiofarmacia para el diagnóstico de cáncer, una planta Multipropósito de Irradiación, y un Reactor Nuclear de investigación. Sin embargo, fue confusa la información sobre si se estaba planteando la construcción de una planta de energía nuclear, (un reactor de potencia), ya que el gobierno hacía énfasis en los usos en medicina y agricultura de la tecnología nuclear, para lograr el apoyo de la ciudadanía. Es así que no existió ni existe un proceso de información clara a la población por parte de las autoridades.
Si bien el primer paso de proyecto gubernamental no incluye la construcción de una Planta de ENERGÍA nuclear, la asume a largo plazo, para el 2030 aproximadamente, como afirmaba el 2015, la entonces Viceministra de Electricidad y Energías Alternativas, Hortensia Jiménez, previendo la producción de 6 mil MW de energía, de los cuales la mitad estaría destinada a consumo interno, y la otra mitad a exportación.
Los acercamientos del gobierno boliviano con Rusia y Argentina, que habían sido bosquejados por lo menos desde el 2013, fueron confirmados el 2015 a través de acuerdos: en marzo con el gobierno argentino, y en octubre de ese año con ROSATOM. Las delegaciones bolivianas que viajaron a Argentina y Rusia realizaron visitas a las instalaciones nucleares en ambos países. En la planta de energía nuclear Atucha II en Argentina, el presidente Morales afirmó:
“Es una obra admirable, envidiable. Quiero felicitar al gobierno de Argentina por la instalación de esta clase de central nuclear energética. Venimos con muchos deseos de replicarlo en Bolivia”
Con sorpresa, en agosto de 2015, comunidades campesinas y las organizaciones vecinales de Mallasilla, -zona ubicada al sur de la ciudad de La Paz, y de vocación turística y agrícola-, se enteraron que ya existía un tratamiento en el parlamento”, de una ley que permitiría la expropiación de sus terrenos, en miras de construir el Cideten.
Información y movilización vecinal
Inmediatamente se supo la noticia sobre la posible expropiación, grupos de vecinos, los dirigentes de comunidades, comenzaron a informarse de manera autónoma sobre el proyecto del gobierno, sobre las diferentes formas de usos de la tecnología nuclear, sobre el reactor de investigación. Invitaron a expertos en el tema, escucharon las tardías explicaciones que el gobierno realizó en algunos eventos de difusión –donde argumentaba que se trataba no de una planta de energía sino de equipos de tecnología nuclear para medicina y agricultura-, finalmente decidieron rechazar la expropiación de sus terrenos y la construcción de dicho centro, desconociendo la inicial aceptación de dirigentes vecinales del centro:
En el voto resolutivo, los comunarios piden “respetuosamente al hermano Evo Morales” que detenga la implementación del proyecto. “En caso de que nuestra petición no sea considerada nos veremos obligados a salir a las calles principales con medidas de presión como bloqueo de vías, por la defensa de la vida y el medioambiente”, indica.
Una gran marcha vecinal y de los sindicatos campesinos afectados, dio por terminada la pretensión gubernamental para construir el centro en este sector. Casi de inmediato el gobierno buscó otras opciones, barajando las posibilidades entre Oruro, Santa Cruz y, finalmente, El Alto, con un aval dado por dirigentes de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto. En noviembre de 2015, el Banco Central de Bolivia cedió al proyecto 15 hectáreas en el distrito 8 de la ciudad de El Alto. El vicepresidente García Linera había afirmado en esa ocasión:
“Si no tenemos centro de investigación nuclear, todo el mundo nos va a rebasar (…) Los que no quieren el centro nuclear creen que el boliviano es ignorante“, manifestó García Linera frente a la oposición que existía al proyecto.
Este 6 de marzo de 2016, el gobierno pondrá la piedra fundamental para la construcción del Centro. Ante esto, diversos grupos de personas, -que también tienen páginas en Facebook donde comparten datos y opiniones-, se han movilizado para informarse e informar a la población sobre las afectaciones que tendrá el proyecto no solo para los vecinos del distrito 8 en El Alto, sino para todo el país.
Rosmery, joven que vive en la zona 7 de Septiembre, (distrito 3 de El Alto) afirm que no existió consulta de las juntas vecinales ni socialización del proyecto:
Al ver esto [el proyecto de construcción del centro] nos hemos organizado compañeros y compañeras de la ciudad como aquí de El Alto, porque si hubiera un accidente, las repercusiones van a llegar hasta Oruro, todo el altiplano está en peligro.
Y hay gente que no sabe absolutamente nada, no sabe de la planta nuclear, donde va a ser, como va a ser, no sabe. Hay otra gente que si sabe un poco, pero por todo lo que los medios de comunicación, o sea, saben todo el eslogan que ha sacado el gobierno. Y otra gente que absolutamente tampoco está de acuerdo con ello […]y como puede [el gobierno] tomar esta decisión que es tan trascendental, para la vida de todos los bolivianos puede simplemente hacerlo a espaldas del pueblo. […] aquí [en El Alto] una de las cosas que ha hecho el gobierno es destruir a las organizaciones sociales, porque las destruyes de dos fomas, las divides o las corrompes, y el gobierno ha hecho las ha dividido, ahora hay dos FEJUVES, y las ha corrompido, porque son dirigentes que van buscando plata por todo lado
Lxs vecinxs movilizados exigen que se nos diga la verdad, y quieren impulsar un dabate sobre las afectaciones que producirían el CICLOTRON PET de uso para radiomedicina, el Radiador Gama para la agricultura, y el Reactor nuclear de investigación, el cual si utilizaría uranio. Respecto a éste último, la preocupación central es sobre el uso de las vertientes de agua, y la cercanía del mismo con la población.[1] También se pone en discusión la prevista construcción a un futuro no muy lejano, de un reactor nuclear de potencia, para producir energía.
Mientras la marcha se dirige hacia el desfile cívico por el aniversario 31 de la ciudad de El Alto, para poder expresar su postura frente a autoridades municipales, varias personas que caminan por la Ceja, se acercan, preguntan y se unen a la movilización; otros vecinos, más o menos agresivos, dicen que la gente que se opone al Centro se opone al “desarrollo” de El Alto.
Esta versión sobre la tecnología nuclear y el “desarrollo” ha sido constantemente repetida por el gobierno en la propaganda pro centro, aduciendo que la gente que se opone a su construcción es de “mala fe” y “vinculadas a ONGs”.
La movilización vecinal continuará, afirma otro joven que ya ha participado de actividades junto a varixs de sus compañerxs, en vísperas de la inauguración de las obras del Centro donde, se anuncia, participarán el presidente Morales y representantes de ROSATOM.
NOTAS
[1] Existe una normativa internacional de la OIEA respecto a los Reactores de Investigación http://www-pub.iaea.org/MTCD/publications/PDF/Pub1220s_web.pdf