Salimos de la comodidad de nuestras casas convocados por las compañeras de la radio universitaria “Poder Estudiantil”, que hace un día habíamos conocido en lo que fueron las primeras tomas y entrevistas para nuestro próximo documental. La sede de la radio, que hasta hace un día estaba intacta y que además sobrevivía de forma autónoma y autogestionada, nos acogió con humildad y un abrazo fraterno.
Salimos con la idea en la cabeza de que seria difícil retomar la universidad , ya que los pandilleros ahí dentro estaban munidos con explosivos caros, eran organizados y pagados por la militancia del MAS y altas autoridades universitarias y de gobierno.
Ya en la UMSS, nos encontramos con un panorama desolador. Compañeros y compañeras trataban de retomar la UMSS a fuerza de pura dignidad y rebeldía. Dentro se escuchaban fuertes explosiones de dinamita, y de pronto se abrió la puerta a punta de palos y poder estudiantil.
Ahí dentro las explosiones ya no eran continuas, por que las pandillas contratadas habían estado escapando. En la Facultad de Arquitectura nos encontramos con una bolsa llena de dinamita con anfo, casilleros forzados y robados, guardería saqueada, depósitos llenos de botellas vacías de ron, y vecinos de afuera, denunciado la dirección por donde habían huido los invasores.
Vanguardia se hacen llamar los guardianes que durante tres meses resguardan la universidad y garantizan el paro, a pura fuerza de pan y agua. Son ellos los que buscan rastros de los pandilleros el interior de la UMSS, son ellos los que resistieron las agresiones violentas de estos grupos cuando las bases estudiantiles no estaban, en esto largos tres meses.
Quemaron la FUL, acallaron la voz de los estudiantes amplificados por la radio “Poder Estudiantil”, la complicidad verde olivo hizo que el compañero Jhon Néstor Copagua, dirigente del comedor de agronomía y también de la FUL, ahora esté entre la vida y la muerte a consecuencia de un golpe de una granada de gas lacrimógeno que fue lanzado por la prepotencia policial.
La universidad del pueblo fue retomada. Los vecinos se suman, los comerciantes de la cancha también, la central de trabajadores (COD) guardan un silencio cómplice con el poder autoritario.
La violencia encubierta por el Gobierno, visibilizó una vez más sus intenciones. El estado a través de los docentes mediocres quieren tomar la universidad, pero el pueblo se está emputando. La lucha por la revolución estudiantil debe ser la de todos y todas.
Poder, poder, poder estudiantil.